Home >
La Fundación Solidaridad por Colombia nació del sueño de Doña Nydia Quintero de Balcázar, hecho realidad desde 1975 con el apoyo de colaboradores y donantes. En el momento en que la Fundación Solidaridad por Colombia cobra vida, no existía en Colombia un sistema de atención de emergencias, el acceso a los servicios de salud era muy limitado para las personas de escasos recursos, y la gratuidad en la educación básica no pasaba de ser una buena idea sin posibilidades reales de convertirse en realidad.
La Fundación ha respondido a los cambios en las gestiones del Estado y a las necesidades de la población más vulnerable, formalizando cada vez más sus programas y funcionamiento para brindar apoyo en esos eventos donde la acción de las instituciones no alcanza a llegar, ya sea por falta de recursos, o porque sus procesos le impiden responder de manera inmediata. Doña Nydia apeló al deseo de ayuda que encontró entre muchas personas que la rodeaban para crear a la Fundación, personas influyentes del mundo académico, empresarial y político como: Germán Zea, Belisario Betancur, Agustín Nieto Caballero, Rodrigo Uribe, Carlos Sanz de Santamaría, Roberto Arenas, Jaime Michelsen, Consuelo Lleras, Antonio Álvarez, José Francisco Socarrás, Fabio Lozano, Ignacio Umaña de Brigard, Francisco Urrutia, José Palacio, María Isabel de Lince, entre otros.
Mujer seria, analítica, perseverante y con un sentido exacto de la organización, a través de su ejemplo ha sido una inspiración para muchas personas que han logrado salir adelante a pesar de los duros obstáculos que la vida les ha planteado.
Escribir sobre la vida de Nydia Quintero de Balcázar inicialmente me planteó el difícil reto de retratar a una persona con innumerables facetas y una vida inmensamente rica en acciones sobresalientes. Tenía claro de antemano que su inagotable vocación de servicio a la comunidad establecería el tono de su perfil, pero no encontraba cómo lograr describirla a ella en todo su esplendor. Afortunadamente la clave no tardó en llegar, solo había que mirar de manera diferente. Siendo una persona que ha dedicado su vida al servicio social, su esencia hay que buscarla más allá de su persona. La historia de Doña Nydia en efecto tiene muchas caras, pero entre todas ellas construyen una única imagen, la de la gratitud de miles de personas cuyas vidas se han vistoafectadas positivamente por sus actos. Una historia más grande que la de la misma Fundación Solidaridad por Colombia.
Su infancia transcurrió en Neiva junto a sus padres, quienes le inculcaron un gran sentido de familia y el interés por contribuir a la causa social. Doña Nydia no duda en reconocer que fue en su propio hogar donde le sembraron su gran convicción: el de la importancia en la formación en valores. Esta ha sido su bandera, su lucha constante. Para ella, los valores son las raíces de donde germinan todas las demás acciones, cuyo carácter está inevitablemente ligado a la fortaleza con que estén arraigados.
Una mujer sería, analítica, perseverante y con un sentido exacto de la organización, a través de su ejemplo ha sido una inspiración para muchas personas que han logrado salir adelante a pesar de los duros obstáculos que la vida les ha planteado.
Doña Nydia durante más de 40 años estuvo al frente de todo lo que sucedía en la Fundación, inclusive cuando tuvo que afrontar uno de los momentos más difíciles de su vida tras la dolorosa muerte, en circunstancias conocidas por el país, de su hija Diana. Fue ella su gran cómplice y compañera en esta empresa. A pesar de su fortaleza, nunca escondió su dolor por la pérdida de su ser querido, por quien en honor a su recuerdo siempre viste de negro.
Atando los cabos de su vida, se entiende que doña Nydia vive en un círculo “virtuoso”, donde el trabajo que ha venido realizando incansablemente mostró sus frutos. Al presenciar el encuentro de Doña Nydia con uno de los antiguos beneficiarios del programa de becas Diana Turbay que ya hace aportes al país por medio de su ejercicio profesional y que multiplica lo aprendido en su familia y comunidad, es imposible no captar, de una parte, el orgullo y la satisfacción, y de la otra, una inmensa gratitud con la gestora que le brindó apoyo en el momento justo.
Si Nydia Quintero de Balcázar es una de las pocas primeras damas de la nación queridas y recordadas, es porque su trabajo por el país no terminó con su paso por la Casa de Nariño. Cada vida entorno a la historia de la Fundación es una muestra de ese compromiso que ha querido inculcar no solo en el equipo de la Fundación Solidaridad por Colombia o en sus beneficiarios antiguos y actuales, sino en cualquier colombiano que por un instante le preste atención, se contagie de su perseverancia y comience a soñar con ella.
LAURA ROJAS – DIRECTORA DE INNOVACIÓN
El 31 de agosto de 1979 se firmó el acta de constitución de la Fundación Solidaridad por Colombia, formalizando una visión que se venía ejecutando desde cuatro años atrás.
Doña Nydia lleva auxilios a los damnificados por la de inundación causada por el río Fucha en la localidad de Kennedy en Bogotá. Con el tiempo, esta actividad se convertiría en el programa Atención a Damnificados.
La Fundación Solidaridad por Colombia abrió su oficina seccional en el departamento de Antioquia con el objetivo de hacer una presencia más directa y permanente en la región, nombrando a la señora Irma Hoyos Bernal como Directora ejecutiva. También se realizó la Primera versión de la Caminata de la Solidaridad. El Chavo del Ocho lideró con Doña Nydia la Caminata creando un nuevo record de asistencia en las calles de Bogotá.
Se inauguró el Jardín Infantil de Patio Bonito al sur de Bogotá.
Durante su historia la Fundación ha tenido diferentes sedes que han cambiado en razón de las necesidades de sus beneficiarios. Una de ellas, La Casa del Niño en el Parque Nacional de Bogotá, donde los menores complementaban su alimentación, recibían apoyo académico y atención psicosocial.
El famoso jugador de fútbol brasileño Pelé es el invitado especial de la Caminata de la Solidaridad.
Se creó el programa Jóvenes Solidarios con la certeza de que la prosperidad de una nación depende de la formación académica y personal de su juventud, con un modelo de talleres.
Fue declarado el “Día Nacional de la Solidaridad” por el decreto 1692 de julio 19 de 1989, que se conmemora el último domingo de agosto de cada año.
Se gradúan los primera promoción de Jóvenes Solidarios que coincidió con la trágica muerte de Diana Turbay Quintero, cofundadora de esta organización y ferviente promotora de la educación y la paz. La Junta Directiva aprobó la creación de las Becas Diana Turbay, programa de ayuda a jóvenes colombianos con dificultades económicas para que realicen estudios superiores, ya sean de carácter técnico, tecnólogo o profesional.
Casi ninguna región del país ha sido ajena a los estragos causados por las inclemencias de la naturaleza, por lo que la Fundación ha entregado auxilios a lo largo y ancho del país. Ese año en el Barrio San Benito en Bogotá y en Florencia, Caquetá.
En medio de la gran devastación que causó en la población el terremoto en el Eje Cafetero en 1999, sus habitantes pudieron aliviar sus pérdidas gracias al trabajo de muchas organizaciones que prestaron su desinteresada ayuda. La decidida labor de la Fundación Solidaridad por Colombia inclusive alcanzó para fundar un nuevo barrio para los damnificados de Pereira, el barrio Solidaridad.
Al terminar su formación como bachilleres y Jóvenes Solidarios, los beneficiarios de la Fundación reciben las Becas Diana Turbay que les permitirá continuar con sus estudios superiores. Ceremonia realizada durante varios ocasiones en la Casa Bolivariana.
El 4 de junio de 2002, en asociación con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la Fundación dio inicio a su programa de atención a la primera infancia en su sede ubicada en las inmediaciones de la Central General de Abastos – Corabastos, enfocando su labor en educación, nutrición, salud, estimulación temprana y pedagogía infantil. El proceso puesto en marcha incluye también actividades recreativas, reconociendo la necesidad de procesos lúdicos dentro de un sistema integral de la formación.
En septiembre de 2016 Doña Nydia le cedió la Presidencia de la Fundación a su nieta María Carolina Hoyos Turbay, quien ha liderado desde esa fecha los programas sociales con innovación y creatividad.
En alianza con el ICBF se asumió la administración de 6 Nuevos Centros de Desarrollo Infantil en Córdoba, ubicados en los municipios de Cereté, Lorica y zona rural.
En la noche del 31 de marzo y la madrugada del 1 de abril de 2017, las fuertes lluvias provocaron los desbordamientos de los ríos Mocoa, Mulato y Sancoyaco, generando avalanchas que causaron la destrucción de viviendas, puentes y arrastraron vehículos y enseres de sus habitantes. La Fundación Solidaridad por Colombia brindó de manera inmediata soluciones de última tecnología en suministro de Internet, energía y agua potable a los damnificados. Asimismo, auxilios a las familias y especialmente a los adultos mayores.
Desarrollo de proyectos de reconciliación y liderazgo entre jóvenes y adultos en Cundinamarca, Tolima, Valle del Cauca y Norte de Santander en alianza con las respectivas Gobernaciones.
FABRICA DE JUGETES:
La “Fábrica de Juguetes” es un aula móvil que funciona como dispositivo de memoria y reconciliación a través de la construcción de juguetes que generan encuentros improbables, es decir: entre personas de diferentes edades, regiones, situación socio-económica e historias. En él los principales actores serán los niños y niñas de Aguablanca, liderados por la organización de base local: Fundación Alfombra Mágica.
CDI 2019 A 2020:
En el año 2019 contábamos con 11 jardines infantiles a cargo de la Fundación solidaridad por Colombia, en 2020, gracias a nuestro compromiso con la educación y el desarrollo de los niños y niñas de Colombia la Fundación pudo pasar de 11 jardines a 18, donde seguiremos brindando el acompañamiento y la educación de nuestros niños.